Tessé remonta el Guadiana

En la noche del 13 al 14 Tessé había efectivamente partido de Talavera camino de Badajoz, vadeando el Guadiana. La clave del éxito de su movimiento era llegar a Badajoz sin ser observados por las partidas del conde de San Juan, algo que a primera vista parecía imposible. Para ello salieron del camino y avanzaron desplazándose más hacia el norte, por las dehesas de Sagrajas. Así lo reconocería después el propio Galloway.[1]

…para mejor ocultar su marcha, no tomaron el camino más corto, después de haber pasado el Guadiana cerca de Talavera, sino que hicieron un rodeo por su derecha, creemos que para evitar el encuentro con nuestras partidas. 
Carte. Particulier des environs de Badajoz ou est marque le camp pres de Talavera le 5e octubre 1705, por Jacques Pennier de Longchamps. SHD, GR 6 M L 1 B 80. Mapa con el detalle de los alrededores de Badajoz. No sólo se ubica el campamento de Tessé en Talavera, sino su avance hacia Badajoz y las posiciones de ambos ejércitos en la mañana del 14 junto al Gévora.
Detalle del plano anterior, en el que se aprecia la situación del campamento aliado, el vado sobre el Guadiana y las posiciones de de ambos ejércitos el 14 de octubre.

Nuevas partidas de reconocimiento regresaron pasada la medianoche desde Talavera, advirtiendo que el ejército de Tessé había dejado el campamento y cruzado el Guadiana. Fagel da entonces la orden de preparar a sus tropas para cruzar el Guadiana, lo que hace a las 3 de la mañana, cuando llegan nuevas noticas de que es efectivamente por el lado derecho del río por donde avanza el enemigo. Él mismo cruza el Guadiana al frente del ejército holandés, que estaba acampado más próximo al río. Pero cuando ya la caballería inglesa lo está vadeando, Fagel es informado por las patrullas del Conde de San Juan de que no hay rastro del enemigo. Ante tales noticias contradictorias Fagel da la orden de volver a cruzar el Guadiana y regresar al campamento. Y cuando sus tropas están de nuevo a este lado del río, ya amaneciendo, es advertido de que el ejército enemigo está desplegado frente a ellos, llegando su vanguardia al puente del Gévora. En esa situación, no sólo no se atreve a cruzar el Guadiana, sino que decide retirar también a las tropas del conde de San Juan a este lado del río, previendo que serían derrotadas; y creyéndose en inferioridad de condiciones, da incluso orden de destruir el puente de barcas.

Fagel justificó así su retraso en presentar batalla a Tessé.[2]

…me trajeron noticias de que el enemigo aparecía ante nuestros puestos. No bien hube escuchado esto, despaché a Manuel d’Azevedo Fortes al Marqués de las Minas para darle noticia de que el enemigo estaba ante nuestro flanco, y para rogarle que viniera con la mayor prisa. Don Manuel d’Azevedo me indicó posteriormente, que encontró al Marqués de las Minas y que él tomó un caballo enseguida y pasó a nuestra izquierda, sin pérdida de tiempo. Por mi parte, cabalgué a galope tendido hasta el puesto del Conde de San Juan, en la otra orilla del río. Pero antes de que yo llegara, la vanguardia del enemigo había ganado el puente del Gévora, y estaba formada en orden de batalla contra nosotros. Entonces, pregunté a todos los generales y oficiales experimentados del ejército de su majestad, esto es, el teniente general Windham, los comandantes generales Harvey y Tengnagel, el Barón de Winterfeld, coronel de Dragones, el Conde de San Juan y el Conde de San Vicente, si pensaban que podría aún pasar el río y formar el ejército en orden de batalla. Pero puesto que no podían pasar por el puente más que en fila de cuatro, siendo además los vados muy estrechos y el cauce ancho, todos los generales y oficiales fueron unánimes en que era imposible y que yo debía formar en la otra orilla.

Si los generales hubieran opinado que era posible, podría haberme aventurado a comenzar pasar el ejército, con el fin de estar formado frente al enemigo, para atacarle. Pero era muy probable que el enemigo no hubiera permitido pasar más tropas de las que hubiera podido batir. Y siendo los generales de otra opinión, no hubiera podido acometer hacer pasar al ejército en contra de sus sentimientos, especialmente aquellos del comandante en jefe. Siendo las cosas de esa manera, ordené al Conde de San Juan estar preparado para retirarse con sus tropas, para que no fueran empujados hacia el río. Y yo mismo lo crucé para detener las tropas que ya estaban en movimiento para pasarlo, esperando en las orillas del río la llegada del Marqués de las Minas, para seguir sus órdenes. No se había perdido tiempo, puesto que las tropas que estaban aún ante el campamento avanzaron para pasar más rápidamente. Y fue entonces cuando el Marqués de las Minas llegó, y cuando las tropas del ala izquierda se pusieron también en movimiento para pasar el río y apoyar a las otras. 

Pero el marqués de Minas no se arredró ante la presencia de las fuerzas enemigas y ordenó a Fagel cruzar de nuevo el río con todo el ejército y presentar batalla, lo que este hizo una vez que se aseguró que no serían las tropas holandesas las primeras y únicas en presentarse ante el ejército de Tessé. Pero mientras, aprovechando la falta de respuesta de Fagel, gran parte del ejército borbónico había cruzado ya el Gévora y se desplegó con rapidez al otro lado de este río. Cuando los aliados cruzan el Guadiana los últimos escuadrones de dragones franceses, que llegaban rezagados por haberse extraviados en la noche, aún no han cruzado el Gévora; y aunque fueron duramente atacados, lograron también cruzar pasar a la otra orilla.

Tessé desplegó su ejército, que en realidad era bastante inferior en número, a lo largo del Gévora río arriba, hasta Bótoa, evitando así que fuera vadeado por las tropas aliadas. En esa situación, se inició un cañoneo de una parte a otra del río que duró varias horas. Al final, consciente de la inutilidad de esos ataques, Fagel ordenó la retirada de su ejército al campamento. El auxilio a la ciudad ha tenido éxito.


  1. La conduite du Comte de Galloway… pág. 38. “...pour mieux cacher leur Marche, après avoir pafie la Guadiana dans le voisinage de Tàlavéra, ils ne prirent pas le plus court chemin mais ils firent un détour fur leur droite, pour éviter à ce qu'on croit, la rencontre de nos Partis.
  2. The Baron de Fagel’s… pág.22. “News was brought to me, that the Enemy appear'd before our Posts, I no fooner heard this, but I dispatch'd Manuel d’Azevedo Fortes, Tenente-General, to the Marquis das Minas, to give him Notice, that the Enemy were before our Flank, and to desire him to come to us with all speed. Don Manuel d'Azevedo Fortes told me afterwards, that he found the Marquis in his Quarters, and that he took Horse that very Moment, and repair'd to the Left, without Loss of Time. For my own part, I rode a full Gallop towards the Conde de St. Juan's Post, on the other side of the River; but before I could arrive, the Van of the Enemy's Army had gain'd the Bridge of the Chevora, and were form’d in Order of Battle against us. I then ask'd all the Generals and experienc'd Officers of Your Majesty's Army, namely Lieutenant-General Windham, the Majors-General Harvey and Tengnagel, the Baron of Winterfeld, Colonel of Dragoons, the Conde de St. Juan, and the Conde de St. Vincent, whether they thought I could still pass the River, and form the Army in Order of Battle; but as no more than four abreast could go over the Bridge, and the Fords being likewise very narrow, and the Channel wide, all the Generals and Officers were unanimous. That it was impossible, and that I ought to form it on the other side.

    If the Generals had look'd upon the thing as possible, I could have ventur'd to make the Army begin to pass, in order to its being form’d in the Enemy's Front, to attack 'em; but it was very probable, that they would not have suffer'd more Troops to pass, than they could have beaten; and the Generals being of another Opinion, I could not undertake to make the Army pass, contrary to their Sentiment, and especially to that of the Commander in Chief. Things being in these Circumstances, I order'd the Conde de St. Juan to be in a Readiness to retire with his Troops, lest they should be push'd into the River; and I cross'd it myself, in order to range the Troops that were a ready in Motion to pass it, expecting, upon the Banks of the River, the Arrival of the Marquis das Minas, in order to follow his Orders. There was no time lost, since the Troops that were still before the Camp advanc'd, in order to pass more readily; and it was then that the Marquis das Minas arriv'd, and that the Troops of the Left Wing were also in Motion to pass the River, and support the others.

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Excepto cuando se especifiquen otros términos, Badajoz, 1705: un asedio “a la holandesa”. por Carlos Sánchez y Juan Altieri se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

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