Prólogo.

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Dentro del recinto de la alcazaba de Badajoz se conserva un antiguo palacio medieval que sirve de sede al Museo Arqueológico Provincial. Tradicionalmente se atribuye su construcción a Lorenzo Suarez de Figueroa, primer conde de Feria; y también se dice de él que siglos después fue propiedad de los duques de la Roca. Ambas atribuciones, pese a estar hoy generalmente aceptadas, carecen de la base documental que las justifique, además de contradecirse con los escasos datos que proporcionan las fuentes cartográficas antiguas.

Buscando el verdadero origen del edificio se ha revisado la bibliografía y las fuentes documentales sobre éstos y otros personajes relacionados con el palacio. Con la aportación de un buen número de documentos inéditos ha sido posible reconstruir su particular historia, junto con la de sus propietarios y moradores durante los últimos cinco siglos. Ha quedado documentada su edificación como casa fuerte señorial en el siglo XV, lo que ya se evidenciaba por sus propias características constructivas; y cómo fue objeto durante los siglos siguientes de sucesivas modificaciones y añadidos, como consecuencia de los cambios de uso que tuvo el recinto de la alcazaba con el devenir de la Historia. Así, la casa fuerte medieval edificada por Bartolomé Sánchez de Badajoz fue transformada por sus sucesores en una casa palacio, momento en el que se produjo la anexión de algunas de las construcciones vecinas. A fines del siglo XVI el palacio fue comprado por el Licenciado Juan Rodríguez de Mora, quien lo vinculó en el mayorazgo de los Fresnos. Durante la guerra de Restauración de Portugal la casa se habilitó como almacén de artillería, uso que mantendría hasta la segunda mitad del siglo XVIII, cuando pasó a utilizarse como cuartel de infantería, tras ser adquirido por la Corona junto con otros edificios vecinos para alojar al Regimiento Extremadura, al mando del VII Conde, y con el tiempo I Duque de la Roca. Los bombardeos realizados por el ejército británico durante los sitios de la  Guerra de la Independencia afectaron a gran parte del edificio, y sólo algunos de sus muros y bóvedas se mantuvieron en pie. Durante gran parte del siglo XIX se acondicionaron esos espacios como prisión militar, sin que mejorara su estado de ruina, ruina en la que permanecieron incluso después de pasar a propiedad municipal en 1933. Hubo que esperar aún cincuenta años más viendo languidecer diferentes proyectos de rehabilitación que nunca llegaron a ejecutarse, hasta que finalmente se reconstruyó para albergar el actual Museo Arqueológico Provincial de Badajoz.

El estudio no habría sido posible sin las colaboraciones de Carlos María Sánchez Rubio y de Álvaro Meléndez Teodoro, quienes han aportado gran parte de la documentación cartográfica y bibliográfica y también han contribuido con sus interpretaciones de las fuentes a desentrañar el complejo proceso de transformación de los edificios del recinto de la alcazaba. También impagable ha sido la ayuda de María de los Ángeles Sánchez Rubio en las transcripciones de los documentos de los siglos XV y XVI.

Licencia

La Casa de los Figueroa del Castillo de Badajoz Copyright © 2015 por Juan Altieri Sánchez. Todos los derechos reservados.

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