El siglo XX
Movimientos obreros. La Germinal
Los comienzo del siglo XX fueron una época de gran conflictividad social, debido a las grandes desigualdades y al surgimiento de movimientos obreros y partidos políticos. Un ejemplo de esta conflictividad es la huelga de braceros del campo, que organizó la sociedad de obreros “Germinal” de Badajoz en mayo de 1901, que fue radicalizándose poco a poco y que acabó finalmente con la declaración del estado de guerra en la ciudad de Badajoz.
Nuevos estilos
En el interior del recinto amurallado se realizaron importantes edificaciones que respondían a las distintas modas arquitectónicas de la época y que, en muchos casos, se han convertido ya en señas de identidad de la ciudad. Así podemos citar edificios de estilo modernista (Garage Plá, Las Tres Campanas,…), nacionalista o regionalista (Casa Álvarez Buiza, Hotel Cervantes, sanatorio de Augusto Vázquez…), racionalista (Mercado de Santa Ana, Los Pinos,….), etc.
Nuevas infraestructuras
Varias infraestructuras reciben a la ciudad en este nuevo siglo. Un elemento fundamental en el desarrollo económico y social de la ciudad fue la construcción del pantano de Villar del Rey y de la red de conducción para el abastecimiento de agua potable a la ciudad. Aunque la obra del pantano se inició en el siglo XIX, no es hasta principios del XX cuando se puso e funcionamiento toda la red de conducción del agua hasta Badajoz. De esta forma se aseguraba la disponibilidad de agua potable para toda la población, que anteriormente era tomada del propio río Guadiana, por lo que estaba sujeto a las constantes variaciones del caudal. Con el fin de almacenarla se edificaron los depósitos de la alcazaba.
Pero también la luz eléctrica supuso un importante hito en el desarrollo de la ciudad. Procedente de la central de los Ayala, que utilizaba el río Gévora para generarla, su conducción a la ciudad se hacía mediante cables que salvaban el cauce del Guadiana gracias a grandes pilones
La cultura
También en este campo se produce un espectacular auge en estos primeros años, con múltiples manifestaciones culturales como cines, teatros, ateneos, asociaciones, liceos, etc., que promovieron y difundieron la cultura en la ciudad
El cine. En estos primeros años se abren varias instalaciones, casi siempre al aire libre en parques y jardines. Pero sin lugar a dudas el local donde se produjeron las proyecciones más importantes fue el recién abierto teatro López de Ayala, donde se alternaban las proyecciones de películas con las representaciones teatrales y de zarzuela a cargo de compañías profesionales o aficionadas
El fútbol. También es en estos años cuando esta manifestación deportiva comienza a dar sus primeros pasos, con numerosos equipos formados por aficionados de los diferentes gremios de la ciudad. Poco a poco los primeros clubs más o menos profesionales van apareciendo, como el Sport Club de Badajoz. El primer campo de fútbol de que se tiene noticia se situaba en la actual Fernando Calzadilla, y posteriormente existió otro más importante en la zona de la actual Avenida de Santa Marina, para aparecer por último el campo del Vivero.
La prensa. La prensa en la ciudad mostraba una enorme vitalidad, pues existían numerosas publicaciones periódicas (entre ellas varios diarios) que defendían las distintas ideologías, a veces con enorme vehemencia. Así existían el Nuevo Diario de Badajoz, La Libertad, el Noticiero Extremeño…, a los que se sumó a partir de 1933 el diario HOY, el único que aún existe en la actualidad.
II República y Guerra Civil
Tras el agotamiento del sistema monárquico, incapaz de dar respuesta a las necesidades de la sociedad, el 14 de abril de 1931 se proclamó en España la República, entre numerosas manifestaciones de júbilo. También en Badajoz tuvieron lugar manifestaciones en la Plaza de España (que cambiaría su nombre por el de plaza de la República) para celebrar este acontecimiento. En las Cortes Constituyentes recayó la presidencia de edad en Narciso Vázquez Lemus, uno de los cabecillas de 1883
Sin embargo, de la alegría inicial se paso pronto a un estado de tensión casi permanente y de enfrentamientos y diferencias irreconciliables, que fueron preparando el terreno para la posterior Guerra Civil. Ocupaciones de fincas por jornaleros, huelgas reivindicativas y otras manifestaciones, elevaron la tensión en una sociedad muy polarizada.
Como ejemplo de estas tensiones que desembocarían en la Guerra Civil se puede citar el caso del asesinato en Badajoz del diputado socialista Pedro Rubio, en 1935, por causa de varios artículos periodísticos estimados como ofensivos por sus asesinos, que fueron acusados de actuar por instigación del ministro de la Gobernación. Las manifestaciones y huelgas que siguieron a su entierro agudizaron aún más las diferencias irreconciliables entre ambos bandos ideológicos.
Guerra Civil
Causas. Las elecciones de febrero de 1936 transformaron de manera sustancial el panorama político español, por la victoria del Frente Popular izquierdista. La radicalización que experimentó España tras esta consulta electoral desembocaría en julio de 1936 en un levantamiento militar que dio paso a una Guerra Civil de casi tres años de duración. Pasadas las primeras horas del alzamiento y definidas las zonas gubernamentales y rebeldes, los máximos responsables de las fuerzas destacadas en Badajoz mostraron su fidelidad a la República y al orden constituido. De esta manera, la ciudad quedaba en una situación de cuña republicana entre Cáceres y Sevilla, ambas adheridas al alzamiento.
Badajoz, leal a la república. De nuevo Badajoz representaba un punto de enorme valor estratégico para ambos bandos. Para la República, representa el único punto de conexión con Portugal. Para los sublevados, era la única ciudad que impedía la unión de la “zona norte” y la “zona sur”.
Badajoz se convirtió así en claro objetivo de la “Columna Madrid” que desde Sevilla se dirigieron hacia el norte para ocupar la capital de España. Mientras, en Badajoz la autoridad republicana disponía todo lo necesario para la consolidación y defensa de la plaza, armando a numerosos milicianos izquierdistas y desarmando y deteniendo a todo aquel sospechoso de derechismo, pero no pudo evitar el asesinato de varios destacados dirigentes de derechas por parte de milicianos, que intentaron incluso asaltar la cárcel donde fueron concentraron los detenidos.
Asalto a la ciudad. El 13 de agosto, tras tomar Mérida, el ejército al mando del teniente coronel Yagüe comenzó la ofensiva en Badajoz. Ese mismo día se ocupó el barrio de San Roque. A primeras horas del día siguiente se reanudó el combate con un gran despliegue de artillería nacionalista, apoyada por la aviación. Especialmente trágicos fueron –entre otros episodios- la toma de la Puerta Trinidad, donde cayeron casi un centenar de legionarios, y el sometimiento, por parte de los soldados de Yagüe, de los últimos reductos republicanos, como el teatro -recinto al que prendieron fuego con numerosas personas dentro- o la catedral, donde fueron asesinados sus defensores tras ser tomada. Al anochecer, las tropas nacionales habían acabado con todos los focos de resistencia culminando la toma de la ciudad.
La represión. La represión presidió los siguientes días, meses y años, dirigida fundamentalmente a los milicianos, políticos afectos a la República y cuantos no mostraran adhesión al nuevo régimen. Resulta difícil concretar la cifra exacta de ejecutados en los días siguientes a la toma de la ciudad, pero se produjeron numerosos fusilamientos en las calles de Badajoz y, sobre todo, en la antigua plaza de toros del baluarte de San Roque y en las tapias del antiguo cementerio. El teniente general Yagüe abandonó Badajoz el 17 de agosto dejando en Badajoz una pequeña guarnición.