Situación geográfica y características físicas del entorno
La situación geográfica ha influido decisivamente en la historia de la ciudad y ha contribuido a su conformación. Situada a medio camino entre el interior de la meseta y la costa atlántica, en un lugar de fácil fortificación y defensa, la posición estratégica de Badajoz ha determinado decisivamente su evolución como ciudad y gran parte de su historia a lo largo de los siglos, e incluso en la actualidad
Situación geográfica
El término de Badajoz se sitúa en la submeseta sur, en su zona occidental. La ciudad ha estado localizada históricamente en el margen izquierdo de la ribera del río Guadiana, aunque desde hace más de un siglo ya ocupa las dos partes del río. Tiene una altura media sobre el nivel del mar de 188 metros
Características físicas de la zona (orografía)
- Hacia el Este –> Las vegas del Río Guadiana
- Hacia el Sur –> Penillanuras extremeñas de dehesas y encinas, con serranía de Monsalud
- Hacia el Oeste –> Tierras del Alentejo portugués, muy similares a las extremeñas
- Hacia el Norte –> Estribaciones de la Sierra de San Pedro
Características físicas de la ciudad (orografía)
Superficie del término municipal. El término municipal de la ciudad tiene una extensión de 1.440,37 km2 hectáreas, ocupando el tercer lugar en cuanto a extensión de toda España, por detrás únicamente de Cáceres y Lorca.
Las medidas del término municipal son de unos 50 Km de norte a sur y unos 20-30 de este a oeste.
La ciudad. Badajoz se sitúa sobre el llamado Cerro de la Muela, promontorio rocoso en la margen izquierda del Guadiana, sobre la que actualmente se levanta la Alcazaba. Con una altura sobre el Guadiana de 60 metros, tiene un cerro gemelo justo al otro lado del río, el cerro de Orinaza o de San Cristóbal.
Elemento fundamental en la situación y desarrollo de Badajoz es el río Guadiana, que hoy atraviesa la ciudad, dividiéndola en dos partes. Antes del siglo XX, sin embargo, el río rodeaba la población, proporcionando una defensa natural que sumar a la del cerro de la Muela. De igual importancia para la configuración histórica de Badajoz es el arroyo Rivillas, que rodea la Alcazaba y desemboca en el Guadiana en el lugar conocido como “El Pico”.
Algunas lomas y cerros rodean Badajoz por su sector sureste, entre los que destacan los cerros del Viento, de los Mayas, de los Mártires, los Montitos, San Miguel y la Atalaya.
Actualmente el desarrollo de la ciudad ha provocado que la ciudad se extienda más allá del primitivo cerro, ocupando una superficie de alrededor de 3.000 Hs.
Clima
Tiene mezclas de tres tipos de climas:
- Predomina el clima continental, lo que implica la práctica inexistencia de estaciones intermedias muy definidas (primavera y otoño)
- Clima atlántico, con lo que los inviernos no son tan rigurosos como en otros lugares del interior
- Clima mediterráneo, que provoca unos veranos cálidos
La conjunción de estos tres elementos o tipos de clima caracterizan la climatología en la ciudad y su área de influencia
Características naturales de la zona y la ciudad
La vegetación predominante en el área de la ciudad es la flora autóctona de la cuenca del Guadiana y la típica de las zonas adehesadas. Principalmente la encina, el alcornoque y las plantas de ribera. Es de destacar históricamente la existencia de una gran masa de pinos en la zona sur de la ciudad, que se extendía en el triángulo formado por Badajoz, Olivenza y La Albuera, de la que hoy apenas sobreviven algunos ejemplares. Respecto a la fauna, también es la típica de la zona, con una abundante presencia de fauna acuática, cuya importancia ha aumentado con la construcción de azudes en el río.
Primeros testimonios de población
El ámbito de Badajoz, con los cerros de la Muela y San Cristóbal, ha favorecido normalmente la ocupación y explotación por parte del hombre de estos parajes, debido a sus características óptimas para el asentamiento, su estratégica posición defensiva y a la cercanía del río Guadiana con su fértil vega.
El medio físico y las condiciones medioambientales propiciaron casi siempre la presencia de vida humana por la zona. Hay favorables condiciones topográficas, paisajísticas y estratégicas para el asentamiento humano. Por eso, se produjeron sucesivas y esporádicas ocupaciones del actual terreno de la alcazaba desde el neolítico.
En la alcazaba se han documentado restos de la Edad del Cobre, del Bronce y del Hierro en yacimiento de la alcazaba.
Se sabe que hace alrededor de 500.000 años ya había presencia de los “Homo Sapiens” por ambas orillas del Guadiana y sus alrededores. Sin embargo, su presencia era temporal, ya que desarrollaban una forma de vida errante dependiente totalmente del medio físico, por lo que no se dispone de muchas pruebas arqueológicas de esa época. Los restos hallados corresponden a las herramientas de piedra tallada de los primeros homínidos: bifaces, hendedores, triedros, cantos trabajados, etc.